Ilustración por Alejandra Aranda Castro.
Soy abogada de profesión, estudié durante 6 largos años en Colombia. Cuando terminé mi carrera, tuve la oportunidad de viajar a Francia y allí realicé mi máster, estudié dos años más y me quedé viviendo y trabajando en ese país por 5 años. Luego regresé a Colombia y continué trabajando en el área de derecho. Ahí conocí al que ahora es mi esposo, un Holandés.
Vivimos en Colombia por unos años, y luego decidimos mudarnos a Holanda cuando yo estaba embarazada. Este fue el comienzo de mi reinvención y transformación en el extranjero.
Al llegar y estando embarazada, mis prioridades e intereses cambiaron. Buscar un trabajo o empezar mi vida profesional como abogada no era ya una prioridad, tenía que adaptarme y prepararme para mi labor más importante, la de ser madre.
El embarazo me abrió un camino mágico y necesario al punto que decidí dar un giro de 180 grados a mi vida. Dejé atrás los tacones, la ropa formal, las reuniones y opté por reinventarme, ser mi propia jefa. Y creo que es uno de los grandes retos que vivimos las mujeres que migramos, el enfrentarnos a la reinvención en el extranjero.
Aunque algunas quieren y logran encontrar trabajo en su área, otras como yo, decidimos empezar desde cero con algo diferente que nos conecte y haga vibrar de nuevo con lo que estamos viviendo en el presente. La maternidad me llevó a buscar algo con lo que pudiera estar conectada conmigo, con mi esencia y con mi nuevo rol de madre. la maternidad me abrió una puerta que me llenaba de ilusión, felicidad y miedo, me dio la oportunidad de reinventarme. así que decidí certificarme como profesora en la metodología Montessori.
Busqué información y encontré AMI, que es un centro creado por María Montessori y que afortunadamente tenía sede aquí en Holanda. Parecía que todo eran señales, así que dejé los miedo a un lado y emprendí mis estudios en esta nueva formación.
Fueron varios meses de organización con mi esposo, ya que la mayoría de las clases eran durante la semana. Pasé varias noches sin dormir, falté a reuniones familiares; tuve mucho que leer, investigar y escribir en otro idioma, sin duda esto fue un gran desafío. Pero al final todo valió la pena, porque conocí personas maravillosas con mucha experiencia, así que tuve la oportunidad de aprender un montón.

Sé que el reinventarse y comenzar de cero en un nuevo país asusta, pero con mi experiencia quiero que te des cuenta que esa idea se puede convertir en una valiosa oportunidad.
Al terminar este primer curso quedé con ganas de más, sentía que debía complementar estos nuevos conocimientos. Por eso empecé a recorrer el camino de la disciplina positiva y consciente y me certifiqué como educadora para familias en “Disciplina positiva” y también me certifiqué por el Banco Interamericano de Desarrollo en temas de desarrollo infantil. Todos estos estudios me han ayudado mucho y han sido una herramienta valiosa para descubrir la crianza que quiero llevar con mi hija.
Debo reconocer que el proyecto de formarme en estas nuevas áreas, empezó como un deseo personal de ayudar a mi hija en su proceso de autoconstrucción. Sin embargo la vida me fue rodeando de madres y con esto me dí cuenta de que yo sí podía ayudar a estas mujeres que estaban ejerciendo su maternidad en el extranjero, así que decidí acompañarlas en ese proceso con contenidos prácticos para ellas.
Fue así que ingresé al mundo de las redes sociales, y hoy en mi cuenta de Instagram “Montessori step by step” comparto tips sobre la metodología Montessori y herramientas de disciplina positiva. También trabajo con familias expatriadas y binacionales temas como el bilingüismo, y las apoyo en su proceso de crianza en el extranjero.
Cada día que pasa estoy convencida de que ha sido la mejor decisión que he tomado, me siento plena y satisfecha. Descubrí un tema que me apasiona, me ha dado la oportunidad de apoyar mi crianza y acompañar el crecimiento de mi hija. Y lo que nunca imaginé fue que con estos nuevos recursos también podría ayudar a madres expatriadas que al igual que yo, tenían los propios temores de la maternidad y el de vivirla estando en el extranjero, tal como me pasó a mí.
Sé que el reinventarse y comenzar de cero en un nuevo país asusta, pero con mi experiencia quiero que te des cuenta que esa idea se puede convertir en una valiosa oportunidad. Sólo te pido que no intentes poner grandes expectativas y te dejes llevar por este camino de búsqueda, para que consigas un nuevo propósito que te devuelva la alegría y seguridad en tu vida en el extranjero
